Las torturas mas aterradoras de Inquisición española

Ampliación con imágenes del video de YouTube sobre las peores torturas de la Inquisición

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¿Qué es, quien la creó y porque se inició la inquisición española?

Nos adentramos en otra época muy diferente a la nuestra, mas insegura y con la injusticia total si eras de clase baja o media. Concretamente estamos hacia el final de la Edad Media, allá por el año 1478, años antes del descubrimiento de América por Don Cristóbal Colon. Son tiempos de revueltas, con guerras y hambrunas, donde en particular la fe cristiana va perdiendo fuerza frente a otras religiones nada bien vistas por los reyes Católicos (en la foto de la izquierda) en este caso del que queremos hablar hoy.

Buscando retomar la fuerza de la fe cristiana en toda la península ibérica y acabar sobretodo con los herejes (sobretodo las llamadas mujeres brujas), los reyes católicos fundaron la inquisición española. En si, la inquisición era un tribunal de justicia, donde una vez culpado, se apresaba al sospechoso en sí, se le retenía en las cárceles y pasado un tiempo de espera de pruebas, testigos o hechos contrastados y (a veces nada contrastados), se le exponía a un primer juicio. Dependiendo de si se declaraba culpable o no, o si quedaba exculpado de los cargos por los que había sido apresado, aunque rara vez quedaban totalmente absueltos.

Siguiendo con el hilo argumental de la Inquisición, nos vamos a centrar ahora en los que no se declaraban culpables del hecho que les tenia bajo el poder de la iglesia.  Los que eran culpados o pre-culpados, eran llevados a pasar por una serie de torturas con el único fin de que aceptaran los cargos que se le imputaban.

Y aquí es donde entro a mostraros esas torturas que en muchas ocasiones acababan en muerte del apresado. Dependiendo de quien impartiera la tortura, o depende incluso de la época o del territorio donde se impartiera el castigo, se le aplicaba una tortura en sí, o varias. Pero, ¿os habéis preguntado el porque te detenían? 

Diremos que la herejía era el enemigo numero 1 de la santa Inquisición, de echo en gran medida ésta fue inventada para acabar con dicha herejía, algo así como una caza de brujas. En la foto superior derecha vemos unos verdugos franceses quemando supuestamente a un convenio de brujas ancianas.

Así pues si el vecino te veía hablar mal de Dios o criticar a algún poder eclesiástico entre otros chismorreos muy normales en nuestra época, eras denunciado a la Santa Inquisición. La infidelidad sobretodo de las mujeres, era motivo de apresamiento. Si descubrían que eras homosexual, no tenias escapatoria. Blasfemar, nombrar reiteradas veces a Dios en términos no oratívos, ser supersticioso, ser zurdo, ser judío o morisco y no practicar la santa fe, incluso el practicar sexo fuera del matrimonio o ser simplemente una solterona, te llevaba de lleno a las cárceles de la Inquisición, en muchos de los casos. También los casos de violación, palizas en público, hurtos o robos de mayor grado, eran lógicamente tomados por la Inquisición.

Dejo claro que cuando te apresaban, no siempre se te adjudicaba un verdugo y te pasaban por la sala de torturas, si no en algunos casos puntuales. Retomando el hilo, decir que existieron diversas formas de hacer hablar al acusado, de sonsacar información y en definitiva, de declararse uno mismo culpable de los hechos imputados. 

El Potro era una de las mas conocidas y también de las mas temidas, y en el caso particular de lo que hoy es nuestro país, consistía en atar al prisionero de forma extrema sin dejarle mover ningún miembro, (en la foto izquierda un ejemplo del Potro mas común en España). Se colocaba como pueden ver en la fotografía al prisionero en una mesa añadiendo una serie de cuerdas pesadas y cadenas y se las colocaban por el cuerpo y las extremidades, controladas por el verdugo quien era el que dirigía esta fatal tortura. Una vez atado a la banqueta, el prisionero comenzará a notar como el verdugo estira de las cuerdas, causando un dolor insoportable acabando incluso con el desmembramiento de los las extremidades. Otros “potros” diversos, son girar cuerdas en puños y tobillos al apresado atado por las extremidades de manera que tras unos cuantos giros, el pobre apresado notaba como las cuerdas iban metiéndose en la carne poco a poco causando el dolor mas extremo, con pérdidas de conocimiento en altos casos.

La tortura esperpéntica llamada La Garrucha (foto de la derecha del Museo de Perú) consistía en maniatar las manos del reo hacia atrás, en la espalda, para después izarlo hasta el techo mas alto de la sala de torturas. Una vez allí si no se obtenían las palabras que se querían, era lanzado hacia el vacío impidiendo que toque suelo, logrando así dislocar gravemente los brazos y en ocasiones las muñecas de los condenados. 

No contentos con esto, en ocasiones y dependiendo de la gravedad del acusado, se le colocaban unos pesos en los pies del acusado para causarle aun mas dolor al caer hacia abajo.

Ademas del dolor de la rotura y desmembramientos de huesos y músculos, mucha gente perdía el conocimiento, además de por el insoportable dolor, por la bajada de tensión y ataques de vértigo, así como mareos graves y vómitos de líquidos corporales.

Había ademas de estas dos torturas, había otra escabrosa común al final de la era del reinado de los Católicos, era el Tormento de Toca (en la foto de abajo).  Consitía en obligarle al reo a tragar hasta la mitad de la garganta una serie de tiras medianas de gasas, para luego echarle litros y litros de agua sin parar, haciendo que las bolas formadas de gasas llegaran al estomago. Imaginaos el muro de papel mojado que sentía y rechazaba el cuerpo humano tras ingerir este “pastel de muerte”…

Hay mas torturas, como la mas común para las féminas, ser quemada al vivo atada sobre un palo en la hoguera, o sentar al acusado en una silla atado, donde en el cogote se le diera con una manivela para que el hierro entrara en la cabeza del acusado. 

También están otras torturas usadas como gotear lentamente, en un espacio de dos dias una gota de agua o bien sobre el cuello o bien sobre la cabeza del maniatado, o latigar la espalda durante horas, llegando a quedarse sin carne en esa zona del cuerpo.

A modo de epílogo de este primer análisis sobre las peores torturas de la Inquisición Española, apunto que podéis comentar cual es para vosotros, la peor tortura descrita, o particularmente aquella que en alguna ocasión os ha quitado el sueño, la que una vez una vez vísteis en una película o leído en un libro.

Decidme, ¿cual es para vosotros la tortura personal que más odiarías tener que pasar? 

A modo particular, una serie de "dentista" verdugo, donde se trataba de extraer piezas dentales, para mi podría ser la peor, una pesadilla...

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